martes, 29 de junio de 2010

Crítica de “Eclipse”, con Robert Pattinson y Kristen Stewart

Tercera entrega de la saga cinematográfica que adapta los libros de Stephenie Meyer. Su serie romántica de vampiros iniciada con “Crepúsculo” se ha convertido hoy en día en un fenómeno de masas sin precedentes. Los jóvenes fans de la saga catapultan los libros en las listas de superventas, abarrotan los cines, y son capaces de hacer cola durante horas en las apariciones públicas de los actores protagonistas.

Como es habitual, la productora Summit Entertainment, responsable de las películas, se ha esforzado por reclutar a un cineasta de postín. Si el primer film lo dirigió Catherine Hardwicke (“Thirteen”), la segunda Chris Weitz (“Un niño grande”) y cerrará la serie Bill Condon (“Dreamgirls”), en esta cinta han recurrido a David Slade, responsable del impactante thriller “Hard Candy”, también protagonizada por una adolescente.

Sinopsis de “Eclipse”: una nueva historia de venganza

En esta ocasión, Charlie, el padre de Bella Swan sigue estando en desacuerdo con su relación con Edward Cullen, e insiste en que vaya a visitar a Jacob. Bella insiste en viajar a ver a su madre, que vive en Florida, acompañada por Edward, y Charlie acaba dándole permiso a regañadientes.

De regreso, Edward detecta gracias a su olfato que un vampiro desconocido ha estado en casa de Bella. Descubre que está detrás de todo la vampiresa Victoria, cuyo amado murió a manos de Edward, y que ha organizado para vengarse un ejército de neófitos, vampiros recién convertidos y por ello más salvajes que el resto. Jacob y el resto de lobos se ofrecen para aliarse con sus enemigos vampiros, con tal de frenar a Victoria y sus aliados, a punto de llegar.

El hombre que no dirigiría un film de la saga “Crepúsculo” ni borracho

Antes de ser contratado para dirigir esta entrega, David Slade escribió lo siguiente en Twitter (traducción literal):

¿Dirigiría una película de Crepúsculo si estuviera borracho? No, ni siquiera borracho. ¿Dirigiría Crepúsculo drogado? No, ni siquiera drogado. ¿Dirigiría Crepúsculo a punta de pistola? Simplemente, disparen“.

Posteriormente se lo pensó mejor cuando le ofrecieron un sustancioso cheque para encargarse de la realización de “Eclipse”. “Es cierto que dije todo eso, para qué voy a negarlo. Pero tengo que matizar que eran en tono muy jocoso, de chiste. Sí, es cierto que fue un chiste malo, y que ahora el chiste soy yo, y os podéis reír de mí. Además, cuando lo dije no había visto las películas ni había leído los libros“, me comentó en su viaje promocional a Madrid el realizador.

Crítica del film

El principal problema de “Eclipse” es que no añade nada a sus predecesoras. Los personajes no evolucionan lo más mínimo, ni ocurre nada decisivo, por lo que un espectador que pasara del film anterior al próximo no notaria nada. Slade aporta un poco de violencia –marca de la casa–, pues aunque está todo controlado, hay descabezamientos que sorprenden teniendo en cuenta que las predecesoras eran más comedidas.

Como el resto de entregas, subyace un mensaje a favor del autocontrol en las relaciones sexuales, que ya estaba presente en la obra de Meyer, de religión mormona. En los anteriores films, las reflexiones sobre este tema se hacían con sutilidad, a través de la metáfora del vampirismo (el protagonista se contenía, y reprimía sus instintos naturales para no morder), pero en esta ocasión se explica claramente en varias secuencias (el vampiro tranquiliza al padre de la chica explicándole que ella es virgen, o se niega a irse con ella a la cama).

Actores desaprovechados

Fichar a actrices con posibilidades como Bryce Dallas-Howard y Dakota Fanning resulta bastante absurdo, pues apenas aparecen en pantalla. Por lo demás, resulta un tanto repetitivo que Bella siga debatiéndose entre el vampiro y el hombre lobo y que Taylor Lautner continúe descamisándose. Hasta parece que este tema se lo toman a broma, pues Edward Cullen llega a decir: “¿Este tío no tiene camisa?”. A veces se excede en diálogos edulcorados, y algún momento roza peligrosamente el ridículo. como la irrupción del hombre lobo en la tienda de campaña de Bella y Edward para ofrecerse a abrazarla a ella y darle calor en el lecho, ya que el vampiro está frío.

Pero adapta con la suficiente fidelidad el libro, por lo que gustará a los fans, y además repite como

director de fotografía el español Javier Aguirresarobe, que logra imágenes sugerentes, sobre todo de los bosques. Lo fundamental es que su reivindicación del romanticismo a la antigua aporta algo de fondo, y no viene mal que se le transmita a la joven audiencia, dados los tiempos que corren. Aboga por el compromiso y el matrimonio con tanta frescura que dará que pensar a la audiencia ‘teen’.

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Muchas Gracias a Diario Twilight
Publicado por Mary

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